La Nit de l'Albà de este año contó con el doble de puntos para disparar la pólvora que en años anteriores. El objetivo de la medida fue hacer partícipes a los barrios de uno de los momentos estelares de las fiestas de Elche, evitar que la concentración de humo dificultara la visualización de las palmeras y lograr que el casco urbano quedara circundado por los fuegos artificiales sin que estos se circunscriban a la zona centro.
Concretamente, a los ocho puntos tradicionales desde los que se lanzaban las palmeras durante la noche del día 13 se unieron otros siete en lugares más alejados del centro histórico. Concretamente, a los habituales enclaves del Ayuntamiento, el CEU, UGT, el colegio Candalix, la plaza de Barcelona, Altabix, la plaza de San Juan y Carrrús se sumó en esta ocasión la plaza de Benidorm, Pedro Juan Perpiñán, Mariano Benlliure, Blas Valero, la avenida de la Libertad, Maximiliano Thous y Santa Ana.
En este sentido, el crecimiento de la ciudad es el que motivó la decisión del Ayuntamiento de abrir la Nit de l'Albà a los barrios. "Se abre el abanico del lanzamiento de cohetes y de palmeras, con el objetivo de que todos los ilicitanos, desde cualquier punto de la ciudad, oigan las cohetàs y que tengan oportunidad de contemplar las palmeras desde más cerca", explicó la responsable del departamento municipal de Fiestas, Blanca González.
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